Plurinacionalidad, pluridiversidad, pluripobreza
Guillermo Tagle Presidente Credicorp Capital
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Guillermo Tagle
Cuando se realizó el acuerdo político por la paz en noviembre de 2019, quedó claro que Chile debía reformar muchas cosas para convertirnos en un país moderno, que progresa en un adecuado ambiente de paz social. Eran muchos los desafíos que simultáneamente había que abordar en salud, educación, pensiones, pobreza, seguridad, medio ambiente, etc.
Curiosamente, existiendo una lista tan amplia y diversa de necesidades, hoy nos encontramos que la Convención Constitucional pareciera haber elaborado su propio diseño de relevancias y temas por abordar. Es imposible entender que haya quienes piensen que algunos de los objetivos que provocaron la convocatoria abierta al proceso de Reforma Constitucional se puedan lograr desmembrando los fundamentos de la estructura institucional que hicieron de Chile un país moderno y atractivo.
La idea de crear en Chile un Estado Plurinacional, convirtiendo en “naciones autónomas” a pueblos o etnias que han sido parte de esta nación por varios siglos, descubriendo estructuras autónomas de gestión política, administrativa y de justicia, no estaba en ninguna parte de la lista que temas que Chile debe abordar. Convertir a una nación como Chile, que tiene una unidad identitaria potente, en una multiplicidad de subnaciones, es consolidar un camino seguro y directo a la pobreza.
Multiplicando las estructuras jurídicas, la cantidad de funcionarios, los cargos políticos, la dilución en la capacidad de lograr un manejo eficiente de los recursos del Fisco y por último, generando un sistema de justicia que no sería igual para todos. Es una propuesta que busca inventar algo nuevo, fundando un concepto de Patria (o de multi Patrias), que no tiene posibilidad alguna de convertirnos en la Sociedad moderna y progresista con la que soñaba la mayoría de quienes impulsaron este proceso de cambio constitucional.
¿Cómo llegamos esto? ¿En qué momento Chile votó mayoritariamente por Constituyentes que aspiran a la refundación de las bases de la Patria? ¿Habrá posibilidad aún de que rectifiquen rumbo y que, en la redacción del documento final, se modifiquen o anulen ese tipo de iniciativas? Son las dudas fundamentales que se empieza a plantear hoy un número creciente de ciudadanos, que ven diluida la posibilidad de que Chile pueda seriamente abordar con soluciones efectivas los problemas y dificultades que dieron origen a este proceso de cambios.
Tal vez quienes impulsen este concepto de plurinacionalidad piensen que la mejor solución para resolver los problemas sociales que empeoran a los más pobres, sea empeoramiento para todos y nivelando hacia abajo, con pensiones bajas, mala salud y un sistema educativo débil para todos. Con pocas posibilidades de mejorar el empleo y oportunidades limitadas de promover el emprendimiento, la inversión y la modernización colectiva de nuestra Sociedad. Con una cantidad importante de derechos sociales constitucionalmente garantizados, pero con una pluri variedad de entidades sin recursos, obligados a proveerlos.
Aún estamos a tiempo de corregir errores, enmendar ideas y conceptos que, como van hasta aquí, nos conducirían inevitablemente a décadas de dificultades, complejidades y pobreza.